La vitamina A preformada o retinol
es una vitamina soluble en grasa que se encuentra únicamente en productos
animales. Los carotenos o carotenoides pueden actuar como una provitamina.
Existen muchos carotenoides en las plantas, pero el más importante para la
nutrición humana es el betacaroteno, que se puede convertir en vitamina A por
acción enzimática en la pared intestinal. La leche materna es una fuente
importante de vitamina A para los niños.
La carencia alimentaria de vitamina
A afecta frecuentemente y de manera importante a los ojos y puede llevar a la
ceguera. La xeroftalmía, que significa sequedad de los ojos (de la palabra
griegaxeros que significa seco), es el término que se utiliza para
incluir las manifestaciones oculares resultantes de la falta de vitamina A. La
carencia de vitamina A tiene además un papel en varios cuadros clínicos no
relacionados con los ojos, y puede contribuir a aumentar la tasa de mortalidad
infantil, sobre todo en niños con sarampión. Se ha demostrado que animales de
laboratorio con dietas carentes de vitamina A pueden influir en la presencia de
infecciones agudas. Aparte del ojo, la carencia de vitamina A también afecta
adversamente las superficies epiteliales, y se asocia con un aumento en la
incidencia de ciertos tipos de cáncer, incluso el cáncer de colon. Las
manifestaciones oftálmicas graves de la carencia de vitamina A producen
destrucción de la córnea y ceguera, y se observan principalmente en niños de
corta edad. Esta enfermedad algunas veces se denomina queratomalacia.
Hasta hace
poco, la falta de vitamina A era una carencia relativamente descuidada, quizá
por los siguientes cuatro motivos:
- los esfuerzos de salud pública
y nutrición se concentraban en el control de la malnutrición proteinoenergética
(MPE), con la cual se asocia la carencia de vitamina A, y que es la forma
más importante de malnutrición en los países no industrializados;
- donde predominaba la
xeroftalmía había pocos oftalmólogos o trabajadores de salud que pudiesen
diagnosticar correctamente la enfermedad;
- la enfermedad ataca a niños
pequeños que mantienen los párpados cerrados por períodos largos, o los
padres no la perciben y buscan atención médica demasiado tarde, cuando la
córnea está irreversiblemente dañada;
- debido a que las tasas de
mortalidad de la xeroftalmía avanzada son altas, relativamente pocos niños
ciegos sobreviven en la comunidad, lo que reduce la importancia social y
visualización del problema.
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